-Con tono satírico, el escritor barcelonés parodia a los hijos de la burguesía ilustrada catalana que se opusieron al franquismo
-Otro libro del profesor Villamandos analiza el mismo fenómeno en clave académica
Un divertido cuento y un sesudo estudio de un profesor universitario abordan desde perspectivas muy diferentes la 'gauche divine', ese grupo de hijos de la burguesía catalana que desafiaron la grisura y la mezquindad de la caverna franquista. 'Noches de Bocaccio' (Alfabia), de Juan Marsé, y 'El discreto encanto de la subversión. Una crítica cultural de la 'gauche divine'' (Laetoli), de Alberto Villamandos , profesor de literatura en la Universidad de Missouri, hablan de esos intelectuales noctámbulos y festivos que transgredieron la represión y la censura.
'Noches de Boccacio', un librito más pequeño aún que una libreta de bolsillo, es un relato escrito en 1971 y de hechura satírica y mordaz. Marsé se ríe de sí mismo, ya que él fue uno de los miembros de la 'gauche divine', y hasta hace un ajuste de cuentas contra esa izquierda algo presuntuosa que se reunía para ligar, beber y conspirar en locales como Bocaccio, Casa Mariona y el Stork Club de Barcelona. El argumento del cuento es sencillo: un malentendido hace que entre la crema de la intelectualidad catalana cunda la especie de que un Proust charnego, un escritor con trazas de Pijoaparte, ha alumbrado el comienzo de una novela fabulosa. Todo el mundo se hace lenguas de ese descubrimiento prodigioso. Y de paso, Marsé se venga de algunos de sus demonios particulares. A Francisco Umbral, por ejemplo, le atribuye el haber alabado la sedicente obra con palabras ditirámbicas de este jaez: "El libro será la bomba editorial del año, estilo atonal y aleatorio sin precedentes en la sonsa novela española de hoy, empeñada en ser realista y argumental".
Por el librito desfilan Beatriz de Moura, Salvador Pániker, Joan de Sagarra -quien acuñó la expresión 'gauche divine'- Pere Garcès, Enric Barbat, Jorge Herralde, Rosa Regàs, Ana María Moix, Pere Gimferrer, Román Gubern, Oriol Bohigas, Teresa Gimpera y José María Castellet, entre otros muchos.
Con el tiempo, de toda esa hornada surgieron editores relevantes como Jorge Herralde, Beatriz de Moura, Esther Tusquets o Carlos Barral; arquitectos afamados como Orial Bohigas y Ricardo Bofill; periodistas como Maruja Torres y escritores como Vila-Matas, hecho que el mismo Marsé no tiene empacho en reconocer. Con todo, Marsé no abandona nunca la sorna y asegura que el personaje más importante de aquella pléyade fue Copito de Nieve.
"Cultos y esnobs"
Caballero Bonald les describió como cultos, esnobs, inteligentes, hedonistas, demócratas y frívolos. Carecían de la conciencia de pertenecer a un a un grupo. "Por supuesto hoy sabemos que la naturaleza de ese poder [de la 'gauche divine'] no era más que una fantasmal y noctámbula inclinación al reencuentro, una manera de beber, un guiño de la inteligencia en horas de relajo", escribe Marsé en 'Noches de Bocaccio'.
El cuento del escritor barcelonés iba a componer una recopilación de relatos sobre la 'gauche divine', un empeño de Esther Tusquets que no cuajó. En 1986 'Noches de Boccacio' salió publicado con esa pieza maestra de la narrativa breve de Marsé que es 'Teniente Bravo', acompañado de otros tres cuentos.
Algo de lo que sería después la 'gauche divine' aparece esbozado en 'Últimas tardes con Teresa'. Como curiosidad, se trata de un libro que le valió una bofetada a Carmen Labra, una asturiana amiga de Ángel González y Gabriel Celaya. El revés le fue propinado por un miembro del Partido Comunista por defender la mujer la novela 'Últimas tardes con Teresa'.
Otras obras que tratan la vida relajada de la burguesía catalana son los 'Los alegres muchachos de Atzavara', de Manuel Vázquez Montalbán, y 'Momentos decisivos', de Félix de Azúa.
Alberto Villamandos, con 'El discreto encanto de la subversión', estudia el fenómeno de la 'gauche divine' a través de su cronología, revisa las relaciones entre Barcelona y Milán, capital entonces del diseño y la edición, y disecciona el fenómeno a la luz del paradigma cultura-espectáculo.
El profesor aduce que en pleno franquismo, la 'gauche divine' supuso un soplo de aire fresco, una renovación estética, literaria y cinematográfica que conectó a Cataluña con la Europa urbana y moderna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario